Elaine Faray y Diana Gilligan tenían algo en común. Ambas habían pasado por situaciones muy tristes y decepcionantes en su vida. Por lo que ahora se encontraban justamente trabajando en ese lugar de mala fama. No tenían otra alternativa la vida misma las había llevado a ese lugar. Pero incluso par las personas desdichadas hay una luz al final del túnel.
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