Para Leah guardar secretos nunca ha sido algo difícil, después de todo siempre ha tenido que mantener oculta una parte de ella misma y está segura de que así tendrá que ser por el resto de su vida. Lo que no sabe es que con la llegada de Seth se verá obligada a escarbar en lo más profundo de esos secretos, y que todo lo que conoce en realidad no es lo que parece.
La sangre se convertirá en algo más que el líquido que la mantiene con vida, porque alguien ha teñido el suelo de carmín y los implicados sólo buscan una cosa, venganza.
Leah y Seth se verán enredados en un camino lleno de misterios y al mismo tiempo tendrán que luchar contra la fuerza que los atrae, porque aunque no lo quieran ambos descubrirán que hasta la más sangrienta venganza puede convertirse en una historia de amor.