Todo el mundo tiene un secreto... a veces nos lo llevamos a la tumba, donde nadie nunca podrá averiguarlo. Pero otras veces necesitamos contarlo, aunque ya sea demasiado tarde. Eso es lo que Viana no logró comprender cuando su madrina le entregó una pequeña llave. Pronto descubrió que esa llave abría el castillo de cristal... donde se guardaba un gran secreto.