Nunca entendí el motivo por el cual Adán Williams sufrió. Desde que lo conocí aquel día pude ver lo que ocultaba y me prometí que no lo dejaría ir sin antes sacar a la fuerza su verdadera cara. No quise dejarlo y de tantas personas en el mundo el rayo le cayó a él como si su pasado no fuera suficiente y como si mi destino era ser testigo del dolor de los demás. Pero no solo lo vi, también lo sentí y lo viví cada día de mi vida perdiendo la cabeza. Ella era una locura, locura que lo tenía enamorado, locura que hizo encontrar la suya. Eso era ella. Todo un mar de emociones negativas, pensamientos psicópatas y arriesgados, estrategias inteligentes que la llevaron a la violencia, pero cuando ese mar se iba quedaba la tierra mojada llena de traumas, dolor, amor y motivos suficientes para ser la heroína. Quedaba alguien que quería ser puro. No pensé que de esta forma sus almas coincidirían perfectamente uno en el otro o eso llegué a pensar hasta que lo expulsó al mundo exterior donde no entendía nada, dónde no sabía de nadie, donde no entendía qué o quién realmente era el, lo expulsó a un mundo donde ella no existía. Sus lágrimas se volvieron mías, sus pesadillas mis miedos y su sufrimiento mi vida. Pero de todo eso aprendí una cosa y te la diré a ti: Nunca le creas a Adán Williams. Nunca. 🦋 En pausa por motivos universitarios.All Rights Reserved