Año 3251, después de que la humanidad intentará enmendar sus errores, llegó alguien más a arruinarlo por ellos, creo a los desterrados de forma accidental, su experimento fallo y terminó por crear a seres humanoides que atacan en grupo, fueron más de 3 millones de personas que se convirtieron en desterrados, dejando a sus familias y amigos sin su compañía, escaparon de sus laboratorios, y empezaron a atacar a cuanto se les cruzaba enfrente, fue un 14 de junio cuando eso sucedió, cuando salieron por fin en las noticias, el sol se acababa de ocultar cuando empezo el disturbio, si encontraban a alguien se lo llevaban, y jamás volvíamos a saber de él, muchos decían que se los comían, otros, que los volvían como ellos. Los que quedamos, nos resguardamos en nuevas y enormes ciudades creadas con la más alta tecnología de las empresas que gobernaban esos campos, y cada ciudad fue protegida por un domo de energía que permanecía encendido desde las seis de la tarde hasta las diez de la mañana. Llevamos aquí seis años, mi padre, mi hermanito y yo, también logramos traer a nuestro querido gato el señor pelusa. Me obsesióne con esas criaturas y en cómo librarnos de ellas, se llevaron a mi madre cuando todo empezó, y quería venganza, pero seguramente sólo habría una forma de hacerlo, y no me apetecía salir del domo de energía, pero algo se me ocurrirá. Me llamo Serina, y ellos son los desterrados.
Emilia, una joven odontóloga, está comprometida con un pintor famoso de la ciudad de México, Daniel Gastón, reconocido por siempre pintar a la misma mujer. Este menciona que no es más que un alter ego de él mismo en femenino, pero Emilia no está conforme con tal explicación. Un día se encuentra un cartel en la ciudad que anuncia un recital poético, pero en él verá una fotografía que le cambiará la vida.