Noches sin dormir debido a los horribles demonios que acechaban sus pesadillas, los días no eran mejores, toda la presión que sus padres la hacían sentir era demasiada. Las voces eran más fuertes, las sombras se volvían más reales, pasaba horas dentro de su secreta habitación verde hasta que los demonios decidieran dejarla en paz. Hasta que una noche, tomaron control total sobre ella, 'asesinalos' fueron los susurros en su oído. Amity Blight ya no era ella misma, su alma ya se había ido cuando la policía llegó a la casa. Un año después, Camila Noceda compró la casa, 'es un precio bajo, mamá. Después de todo, los fantasmas no matan, tampoco las casas, solo la gente ', insistió Luz, su hija. Lo que no sabían era que los demonios ... los demonios sí. Luz no le tenía miedo al más allá ni a los fantasmas, esas eran historias tontas para los niños. Aunque, mentiría si dijera que no se asusta cada vez que escucha los horribles gritos y sollozos de esa pequeña habitación colorida. --- "Él me obligó a hacerlo". "¿Quién?" "Es gracioso, ¿sabes? Una parte de mí estaba consciente cuando apunté con el arma a mi madre... en realidad apunté".