Amargo. La derrota tiene un sabor tan amargo que provoca nauseas gigantes. No le puedes prohibir a una planta crecer. No puedes solo llegar y exigirle al sol desaparecer. Eso es considerado un acto estúpido y egoísta. A mi me han cortado las alas y las han reemplazado por pesadas cadenas de un horrible verde militar. Soy un ave, un ave que tiene prohibido alzar vuelo, conoce mi historia y como conocí al escuadrón Zeta, bajo el mando del Capitán Evian Jeux, tan dulce como una fresa y tan lastimero como una daga.