Las despedidas son difíciles; pero los reencuentros también. Madurar, crecer y dejar ir es todo lo que tenía en mente Mareena Prescott desde aquella fría noche en el aeropuerto de Nueva York. Maduró porque no se aferró. Creció porque se puso a ella misma primero. Dejó ir porque ya no era suyo. Libro 1: Volverte a Ver.