Prólogo.
-¿Embarazada?- titubeó nervioso. Mis ojos llenos de lágrimas lo veían esperando una respuesta
-Si Aidan, estoy embarazada.- afirme y el se sorprendió más
-¿Y que piensas hacer?- jugueteó con sus dedos
-Lo voy a tener, es obvio- dije molesta, me aferre más a mi mochila conteniendo un sollozo- y para que sepas, tu me la metiste primero, así que es nuestro.- di la vuelta y tomé camino al baño, seguramente lloraría, ahora sin Aidan apoyándome ya no sabría que hacer.
-¡______!- Aidan corrió hacia mí y me abrazó, el impacto hizo que me pusiera más sentimental de lo que ya estaba, el perfume de Aidan, aquel que yo le regalé en su cumpleaños. Lo amaba y a Aidan también, pero ¿El me seguiría amando?- Estamos juntos en esto- sonrió y limpio mis lagrimas con sus grandes pulgares
-¿No era que me ibas a dejar sola?
-Nunca te dejaría sola.- habló- te amo ______- sonreí y lo volví a abrazar.
Desde ese día mi mundo se volvió perfectamente imperfecto.