Sólo quería ganar la guerra, salvar mi ciudad, proteger a mi gente. Nunca imaginé que caería presa de sus deseos, de su mirada, de su sed de venganza. Me enamoré profundamente, pero no podía rendirme ante ella, cometer traición, darle la espalda a mi patria. "Nunca claudiques", había dicho mi padre. Jamás habría imaginado que seguir mis ideales, conllevaría enfrentarme a muerte con quien más amaba. Kara Gip!