Es irónico como en un momento fuimos todo ya ahora somos todo lo contrario, éramos almas gemelas, pero las almas gemelas no siempre terminan juntas, el y yo eramos eramos la prueba de ello, empezamos hablando hasta la madrugada, mientras el sol nos descubre entre llantos y risas, solo el tiempo fue testigo de las aventuras que vivimos y las razones por las que nos despedimos, si los finales felices existieran, estaríamos abrazados a nuestra manera, el tomo su camino y yo el mío y fue doloroso ver como volvimos a ser simples desconocidos, con algo en común...Un recuerdo.