El verdugo y el duque de los disturbios

Siguiendo con la tradición familiar al Duque de los disturbios le cuesta comunicarse. Es frío y tranquilo pero amante de los pleitos, siempre presente, ya sea como causa o espectador.

Por otro lado, el verdugo es intenso. No soporta el silencio sangriento que conforma la zona de confort del duque. Nunca tiene la energía suficiente para crear un problema ni la paciencia para presenciar uno.

Ambos son diferentes, eso es lo que les permite estar cómodos en el espacio del otro y lo que les pone en conflicto.

El verdugo busca la paz, mientras que el Duque anhela el poder. No obstante, cuando las ambiciones del Duque desencadenan una serie de eventos catastróficos, estos dos hombres se ven atrapados en una lucha por el equilibrio entre el amor y el deseo de dominación. Mientras enfrentan el peso de un destino incierto en un mundo implacable, ¿lograrán encontrar la fortaleza para enfrentar lo desconocido juntos o se perderán entre las sombras?