-¡Dejame en paz Adam! Me estas lastimando. -¡Te he dicho que nos vamos de aquí! Si no vienes por las buenas ya sabes lo que pasan por las malas. Realmente estaba enojado, no sé porqué si solo estaba bailando en la pista celebrando el año nuevo con mi mejor amiga. Volteo a ver si puedo localizar a Rosé por algún lado. -Okay, tu lo has pedido. - Me grito Adam por encima de la música. Me cargo a fuerzas y automáticamente le empece a dar pateadas y manotazos. Fue un fracaso porque no se inmutó ni un poco. -¡Te ha dicho que la dejes en paz! - escuche una voz masculina a lo lejos pero no alcanzaba a visualizarlo. Adam ni se inmutó por eso y siguió caminando conmigo en su hombro. Vi de reojo como un hombre bloqueaba el paso de la salida de emergencia. -¡Metete en tus asuntos y dejenos en paz! Supongo que el hombre no se quitaba porque Adam me bajo de sus hombres para darle un fuerte golpe al hombre. Pero el fue más rápido y ágil que le paro el puño y le propició un fuerte golpe en la cara que lo tiro al piso. Mire horrorizada la escena y me acurruque en un rincón temblando. Sentí unos brazos rodearme y entre en pánico por un segundo. -No tengas miedo, yo te ayudaré. Se encargaran de el ahorita mismo.- me dijo una voz masculina pero delicada. Levante la mirada al escucharlo y con la poca luz del lugar alcance a visualizar al hombre con unos hermosos ojos color avellana.