20 parts Ongoing MatureA mediados del siglo XV, Escocia se encontraba al borde del abismo. La guerra contra Inglaterra había dejado al reino tambaleando, sus campos ennegrecidos por el humo de la derrota y su trono vacío tras la muerte del rey en batalla. Con él se extinguía el último pilar de una monarquía debilitada. Solo quedaban dos herederas: las princesas Eleonor y Elizabeth, frágiles como flores de invierno, pero necesarias para sellar alianzas y asegurar la continuidad de una dinastía agonizante.
Eleonor, la mayor, contaba con apenas dieciocho años y ya era consciente del peso que recaía sobre sus hombros. Inglaterra deseaba unirla al linaje Tudor. Francia, sin embargo, no ofrecía más que promesas vacías: su delfín estaba comprometido con una princesa borgoñona. La reina Margarita, viuda, desconfiaba de todas las propuestas... hasta que llegó una inesperada desde tierras lejanas, bañadas por el sol y el arte: una carta del papado proponía una unión con una de las familias más influyentes de Italia, los Medici de Florencia.
El candidato: Giuliano de' Medici, el segundo hijo de Piero, un joven conocido más por su espíritu libertino que por sus virtudes. La familia Medici, banqueros del Papa y artífices del renacimiento florentino, necesitaba urgentemente una esposa noble que redimiera su apellido en los círculos reales. La reina, presionada por la amenaza de nuevas revueltas, aceptó el trato con el corazón en ruinas. No era lo que había soñado para su hija, pero era lo más seguro. Eleonor, sin embargo, lo vio como una traición.
Pelirroja como los atardeceres de las Highlands y con unos ojos esmeralda capaces de atravesar voluntades, Eleonor era todo lo contrario a lo que esperaban los Medici: indomable, devota y ferozmente leal a su tierra. La noticia de su matrimonio le pareció una sentencia. Huyó del castillo, vagando durante días por los bosques húmedos de Stirling, hasta ser capturada y devuelta a Edimburgo.