Estaba soñando... ¡sí, eso debía ser! ¿O no? ¿Por qué aquella mujer parecía tener poder sobre él? En medio de la intriga y el inmenso placer del sexo, Bardock disfrutará del derroche sensual de Gine... o al menos, la faceta que su mente ansía conocer, quizás por voluntad o con algo de ayuda. ¿Qué más daba? Lo inoportuno era excitante, así fuera en fantasías...