-... Y por todo el cariño que te tenemos, Harry -continuó mi padre, radiante en su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión-, queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano de nuestra querida hija ______.
Anne no se resistió y dejó escapar las lágrimas, mamá dio un grito de alegría de tal magnitud que dejó sordo al grito de sorpresa que di yo.
¿Yo qué? ¿Comprometida? ¿Con Harry? ¿Con Rizos, con Hazza? ¿Con el chico que me crie, que crecí y que odio?
Tenían que estar bromeando, ¡Esto tenía que ser una maldita broma!
Yo no me podía casar, aún no cumplía la mayoría de edad. Además, me quedaba un año de escuela todavía -debido a que repetí un año-, no iría a clases con un anillo de casada a clases. Ni siquiera sabía si eso era legal.