*en una posada*
-¿Has oído los rumores?.
-No no, que rumores?
-Se dice que un demonio ha aparecido en la capital, un oscuro ser que desprende un aterradora aura capaz de matar a las personas que están a su alrededor, ¡nadie ha visto su apariencia, está cubierto por un gran manto negro, pero algunos rumores dicen que su aspecto es realmente.. aterrador, y que esa es la razón por la que se cubre todo el cuerpo.
-¡oh, cielos, que Buda cuide de nosotros y nos guíe lejos de ese ser, antes había oído que los demonios tenían una buena apariencia pero creo que eso es mentira¡, es mejor que me vaya y advierta a mi familia de tener cuidado, me voy yendo.
*En el palacio imperial*
Una sombra oscura totalmente cubierta de negro acaba de entrar a uno de los patios del palacio y se dirigió directo a la habitación, allí una joven, o eso parece, está sentada de manera muy elegante, la luz de la tarde atravesaba la ventana y reflejaba la hermosa figura de aquella joven que movía su mano constantemente mientras molía tinta, era encantador, una belleza que nunca se sería capaz de ver, su rostro estaba cubierto por una máscara que no dejaba ningún lugar visible, al sentir el movimiento ella voltea y habla con una encantadora voz y caminaba hacia aquel ser.
-¡Herma...., maestro, ha vuelto.
-Ummm....ya regresé.