Sentía como él me miraba, como captaba cada uno de mis movimientos, como me sentía respirar, incluso sentía como él podía saber que mi pulso se aceleraba a cada paso que él daba hacía mí.
Como una sombra, él se acercaba y su oscuridad conseguía hacer de ese bosque, algo más tenebroso. A cada paso que hacía, a cada metro y a cada centímetro, sentía como su presencia tomaba control de mi mente. Su cabello oscuro realzaba todas sus facciones, era precioso.
Sus mechones mojados caían por su frente y apareció una pequeña sonrisa de suficiencia que me dio escalofríos.
Empecé a retroceder, sabía quién era, todo lo que él había hecho, lo que me iba a hacer. ¿Como había sido tan tonta? ¿Como había pensado que podría ser más lista que él?
-No hace falta que huyas preciosa, ambos sabemos que no tienes escapatoria- dijo él con su voz firme y gruesa. Su simple voz era como una llamada del cielo y del infierno.
- Déjame Will porfa-fa-vor, ya no puedo más, déjame ir, te lo sup-pli-co- dije mientras sentía como mis ojos empezaban a humedecerse. Mi cuerpo helado hacía que tiritase con descontrol.
-Pero bonita, no me dejas otra opción, esto va a ser rápido, a no ser que me pidas lo contrario- dijo el mientras se acercaba más a mí. Apenas nos separaban unos centímetros.
Empecé a retroceder y sentí como mi cuerpo chocaba con un árbol, no pude decir nada más, sentía como mi cuerpo se había quedado inmóvil.
Cuando sentí su aliento en mi oreja mi cuerpo se estremeció, pero lo que dijo a continuación me dejo perpleja.
-No puedes escapar de mí preciosa, porque ni siquiera puedes escapar de ti misma-.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...