Algún día tendré la oportunidad de despedirme de ti, no pude hacerlo antes, pero sé que tú quisiste hacerlo. Nunca tuve la oportunidad de conocerte tan bien, solo te veía mover tu colita, locadamente cuando me veías entrar a casa. Cuando te daba la comida, cuando jugábamos bruscamente en la casa y el parque. Cuando querías algo de mí y sin pensarlo lo obtenias todo Recuerdo cuando me dabas tu mano para darme el permiso de salir, cuando dabas vueltas en aquel lugar y no dejabas de hacerlo, tratabas de agarrar tu colita Eras mi hijo, mi bebé. Aunque siempre me preguntaban ¿por qué te había escogido a ti?, lo único que podía decir era que fuiste el primer animal doméstico en acompañarme en entenderme, en estar conmigo a pesar de las dificultades Por esa razón te amo, como la primavera, te amo tanto que a veces te culpo de no decirme lo mucho que estabas enfermo Y por eso Te Amo, así nunca te lo hubiese dicho y así tú no me hubieras podido hablar hubiese querido que en mis noches de soledad tú estuvieses allí para hablarme y para tener buenas pláticas Pero desafortunadamente, ninguno de nosotros pudimos expresar lo que sentíamos. Y por eso me culpo de no saber que estabas enfermo, del saber que nunca nos dijimos adiós.