En ocasiones nos toca ser salvavidas de personas que no quieren ser salvadas, como lo es Roman, nunca imaginé que podría convertirme en ancla de un barco que estaba destinado a hundirse. Pero bueno, las cosas que hacemos por amor son inexplicables. Intentar salvar a alguien y terminar perdiendote en el intento es una de las cosas más horribles que le pueden pasar a alguien. -¿No vez que me estás haciendo daño-Mi corazón se estaba rompiendo, y a él no le importaba. -Sabias que yo era así, no te pedí que me arreglaras, no te pedí que me amarás.