Solo una cabeza retorcida, o quizás solo una adolescente.
Mis pensamientos son tantos al mismo tiempo que necesito escribirlos para no olvidarlos.
Leeme
Cosas que pensé, más nunca dije, letras vacías envueltas en un sentimiento intenso rodeado por las sombras, por el dolor, de la partida de lo que parecía eterno y resultó efímero.