Todos sabían, a excepción de Emma, del horrible pasado por el cual el tan eficiente abogado penalista había pasado hace algunos años atrás en su ciudad natal Boston, específicamente Cambridge, Massachusetts, haciéndolo dejar de ejercer y haciéndolo dedicarse de fondo a los negocios familiares.
Después de residir tanto tiempo en Nueva York, era hora de volver. Siendo ahora un profesor de leyes en la gran aclamada universidad de Harvard.
Siendo alguien que se describía a ella misma como observadora, no chismosa ni fisgona como solían decir su madre y su hermana, Emma era observadora, se decía ella misma.
Según Emma, Blake irradiaba: amargura , arrogancia, elegancia y narcisismo puro. Le hacía falta un poquito de azúcar en su vida. Sin pasarsele la vibra de tristeza que él dejaba cuando pasaba, siendo ella la única en notarlo.
En cambio Emma, dulce por naturaleza, amable por opción y un pasado doloroso sin elección. Dueña de su más preciado tesoro en honor a su hermano, su pastelería "Sweet Kindness".
Lo que ambos no sabían es que el pasado, quizás los lazos familiares, posiblemente el hilo rojo que tenían y llegadas inesperadas, los uniría de maneras, ¿como decirlo?, ¿incómodas? ¿divertidas? ¿atrevidas? Y posiblemente ¿dolorosas?.
¿Quien sabía? Tal vez ellos dos podían regalarse un poco de azúcar mutuamente.
Acompaña en esta a aventura entre Blake y Emma, que si bien, te hará reír de manera descomunal, amar a cantidades exorbitantes y llorar como una magdalena.