-Entonces... ¿Me explicas como llegaste aquí? -el pelinegro soltó un risa melancólica, sin ganas. -No lo sé. Me levanté una mañana y supe que lo necesitaba. Creo que, siempre lo necesité. El destino era sumamente cruel a veces, JongWoon y RyeoWook lo saben. Hace tiempo soñaban con escapar al fin del mundo y ser felices juntos, tantos planes que nunca pudieron realizar, tanto dolor y recuerdos irremplazables. Después de diez años distanciados tienen la oportunidad de encontrarse y bastó un solo instante para que sus miradas conectaran, algunos sentimientos nunca se desvanecen. Algunos deseos no se cumplen. Tal vez nunca se acostumbraron a la ausencia y los destellos perdidos al fin encuentren su lugar entre las miradas cargadas de sentimientos indescriptibles. Ellos son la intermitencia del tiempo, un reloj roto que aún se aferra a dar su último click. El anhelo es un dolor hermoso, el dolor fue una sombra.