Una carta de mi para mi.
La escribí en un momento en que el que me sentía plena, feliz, y que podía con todo lo que me propusiera.
Y me dije: Se que voy a necesitar tener esto presente, cuando mi mundo esté al revez. O quizá simplemente, por sincronicidad lo vuelva a leer, y reconecte con el camino.
Volvé, que te estamos esperando.