"Quizá sea esto a lo que estabas destinado, a ser como el océano" Hwan no se dio jamás cuenta de en qué momento había aceptado aquella idea. Aquella insinuación de parte del mayor. Sólo pensaba, en lo mucho que lo amaba, en todo lo que deseaba estar con el chico, a cualquier precio, con cualquier título, sin importarle si salía o no lastimado. Era curioso pensar aquello, pues, en toda su vida, siempre habían tomado lo que querían de el y se habían largado sin más, el abandono, aquel sentimiento que él ya conocía bien, el cual ya de costumbre, le había perdido el miedo. Sin embargo, se había aferrado de tal forma a aquel chico que en un comienzo se mostró tan sincero con él, que sentir aquello producto de su perdida, era algo que realmente él no quería sentir. "Podrían irse todos" había dicho. Y pasó. "Yo solo te necesito a ti" y fue lo que obtuvo, sus acciones y actos egoístas hacia su persona lo habían arrastrado a aquellos situación. Era su culpa. Él, sabía eso. Sus pocos amigos reales, descontando el susodicho, lo habían abandonado no pudiendo ver cómo el joven chico arruinaba su vida cargándola con más miseria aún. Cansados de intentarlo. De intentar sacarlo de esa mala situación en le que él mismo y por pura voluntad propia se metía. Dejándolo como el pensó y hace tiempo había visto, con la única opción de aquel chico. Mendigando amor, aquel que nunca se le había dado, y que milagrosamente el chico podría entregarle sin más, o bueno, lo equivalente a eso. También, rogando por minutos de atención, aún así escondidos, viviendo su "romance". Simplemente, otro sueño de un corazón enamorado.All Rights Reserved
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