Georgia Atwood cerró los dedos con fuerza en torno al volante y se dijo a sí misma que todo el asunto era una inmensa equivocación. En todo lo que respecta a la vida, pensó, deberíamos avanzar. No ir hacia atrás. No retroceder, ni darse media vuelta, ni tropezar, ni caer, ni desviarse a la izquierda, ni tomar una curva. Avanzar. Ir hacia delante, no detener la marcha... Pero no siempre las cosas son como se planean... Léelo para saber que pasara...All Rights Reserved