Después de haber ingresado a una prestigiosa Universidad como estudiante de medicina, Isaac Dantes decide independizarse de sus padres e irse a vivir al pequeño pueblo que queda cerca de la universidad. La vida universitaria comienza y los problemas en el hogar no tardan en aparecer, por lo que termina llevándose a su hermano menor a vivir con él en su nuevo apartamento. Para pagar la renta y cubrir sus necesidades y las de su hermano de 14 años, tendrá que empezar a trabajar o terminarán sin techo y sin nada que llevarse a la boca. Es entonces cuando una oferta de trabajo a medio tiempo aparece: Ayudante en el Museo de Arte del pueblo. Hay mucho polvo que quitar, mucha suciedad que barrer y muchas cosas que organizar. Todo para Isaac. El problema es que el polvo no se asienta solamente en los objetos, sino también en las memorias. La mente se oxida como los radios de una bicicleta y se desgasta como los colores de una vieja pintura. ¿Qué quedará entonces? Solo una respuesta: ―Siento que he olvidado algo muy importante.