Tan solo era una niña cuando Angie pierde de manera trágica a su padre y por presenciar la muerte de su padre todo comienza a cambiar en su vida. No sólo, opta por coger el camino más fácil cegada por la rabia de meterse en líos a lo que su mente le juega malas pasadas llevándola ante la justicia y ser condenada a permanecer en un psiquiátrico hasta que se considere que ya está curada. Años después, sale convertida en una adolescente dispuesta a cambiar. Pero las cosas no se le ponen fáciles y por ello vuelve de nuevo a la casilla de salida donde debe de demostrar su inocencia cuando todo el mundo le ha dado la espalda.