Liberando esclavos

No me disculparé por ser quien soy, me he creado de pequeños pedacitos de mi, y de otros, y me he convertido en un hermoso mosaico. No, no me disculparé, me ha llevado toda la vida aprender quién soy, desordenada y caótica, aferrada siempre a lo efímero para no quedarme a solas conmigo misma, pero deseosa de aprender. Necesito encontrarme.
No sé si realmente lo hice, siempre me han dicho que es de humanos sentirse rotos en algún momento de la vida, hay veces que toca perder aquello que nos importa para crecer, y siempre pensé que no puedo perder algo que aún no era mio.
Pero mi siglo era mio, me correspondía vivir en la época real, no en aquella fantasía distópica que un par de apoderados decidió convertir en el ahora, pleno siglo XVIII en 2036 ¿a qué estamos jugando?
El tiempo no se detiene, ni en esas horas en las que parece que el reloj se para y no escuchas ni un leve tic tac
Porque como decía charles bukowski ¿puedes recordar quien eras antes de que el mundo te dijera quién debías ser?