Debido a un problema con una poción de animago en la clase de Snape, Adri se llegó a convertir en un gato, con la ayuda de sus amigas, la hicieron pasar inadvertida las dos semanas que dura el efecto. Sin embargo, no esperaba que en su tiempo como gata se encontrara con un Hufflepuff amante de los animales que la llegará a adoptar.