No todos los hombres son iguales... Cada uno tiene su forma de ser pendejo Lidiar con niños pequeños es un dolor de cabeza, pero los adolescentes... ¡Ohh, esos son un ataque al corazón! ¿Cómo lidiar con un cuarentón inmaduro loquito por las veinteañeras, y su hijo, un veinteañero hormonal con debilidad por las cuarentonas? Él podía tener los ojos de un ángel, pero estos pertenecían al mismísimo diablo. ¡Porque nunca es tarde para vivir la vida! Y porque aquí, es el lugar... ¡Dónde la edad importa un carajo!All Rights Reserved