Era una guerra difícil de luchar de por sí gente muriendo en ambos bandos, la era moderna sin duda trajo destrucción en lugar armonía. Los alquimistas habían logrado manipular de cierta manera el poder de la naturaleza y hacerlo suyo. Así pues después de eras de intensa lucha la magia y la alquimia se combinaron para luchar con la era de la ciencia. Después de muchos siglos de permanecer en el anonimato y como unas subciencias a los cuales solo los fanáticos de lo incrédulo se refugian . Fue el momento de renacer para una vez más impedir la caída del mundo, la cuenta regresiva comenzó un eon más. Miguel un invocador anciano, que ya había llegado al final de sus eras decidió como muchos otros tomar un alumno, este un desamparado de la calle, a quien había alimentado con el firme propósito de instruir en las artes de traer una vez más al mundo a los viejos héroes de antaño y pedirles vuelvan a luchar una vez más. Para esta difícil misión se apoyo en los espíritus de tres grandes reyes de diferentes épocas, el rey de Babilonia, el soberano de la mesa redonda y el fundador de Constantinopla. Quienes en su momento fueron los que le instruyeron a el. Sin duda el joven Nicolás en agradecimiento tomo las enseñanzas de su viejo maestro y a su muerte guardo el saber de su maestro en un cofre de cobre que oculto en la tumba de su maestro sin duda solo el viejo tenia el derecho de llevarse sus saberes a la tumba. Nicolás emprendió su camino y se enlistó al ejercicio, quien años después comenzó una guerra contra los herrajes de la ciencia. Fue así como Nicolás mato a muchos como el, siempre tomando sus grimorios y ocultandolos a la vista de todo en la tumba de su difunto mentor, quien posiblemente se revolcaba en su tumba por la masacre que provocaba su hijo adoptivo a quien crío como si fuera de su propia sangre.All Rights Reserved