No puedo contarle a nadie lo que sufro... Nadie me creería... Estoy a su completa disposición. Se ha encargado de convertir mi vida en un infierno con sus constantes agresiones verbales y físicas. Nunca podré liberarme de está tortura... Preferiría morir antes que seguir soportando el dolor físico y emocional que me provoca. Pues mi vida, de vida no tiene nada.