Hace unos años los alfas descubrieron, en una maravillosa clase de biología, que cuando metían cierta parte de su cuerpo en la nuestra les daba gustito. Desde entonces quieren meter su cómo llamarlo... ¿churro? en nuestro agujero, en concreto tienen una fuerte obsesión por los que están sin estrenar. Pues bien soy Louis Tomlinson y soy el último omega virgen de mi instituto (insertar música dramática de peli antigua). En consecuencia tendré a los alfas que hasta hace unos meses eran mis amigos revoloteando cómo buitres esperando la menor ocasión para acostarse conmigo. ¿Qué cómo saldré de esta? Ni yo mismo lo sé.