Viajamos a la deriva, con el timón roto, prendiendo fuego como pirómanos encerrados en cuarteles de invierno. Ahora nos toca arreglar la grieta de la sala de espera. Nada tiene sentido y eso es lo que nos importa.
Ev.
No sabemos que pasó lo último que recordamos estar en nuestros dormitorios durmiendo como llegamos al bosque no sabemos.
La peor decisión que pudimos tomar fue buscar donde dormir
Sin saber que en el momento que cruzamos esa puerta nada sería igual