Parte de amar es saber cuando dejar ir a las personas, a veces creemos que retenerlas es lo mejor y tratamos de convencerlas para que se queden, pero saben ustedes mismos que ya no funcionara igual, aquel día donde la vi irse fue el día más soleado de todo ese año, pero desde mi perspectiva parecía un día nublado, tenia 25 años y ella 24, pese a que yo era el mayor parecía que ella lo fuera; siempre lo fue.
Si algún día viajan a japón, en especifico a Osaka, no se apresuren y observen un poco sus alrededores, si ven a un señor sentado con un estado lúgubre tómense la molestia de acercarse y preguntarle del ¿porque esta ahí?, con mucho asombro verán que les responderá a su pregunta.
Para que entiendan un poco más tendré que contarles lo que sucedió aquel 12 del 2068.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.