Sus ideales lo condenaron a una existencia de servidumbre y genocidios en masa, una existencia que se condena pero aún así su existencia va a ser la que cambie la historia humana en un camino hacía la salvación. Pero en ese camino el tendrá que decidir quien es realmente. Un niño con un ideal infantil, un héroe de la justicia o el Rey sobre las colinas de espadas. O quizás el pueda ser La temible Bestia de Alaya.