En el antiguo teatro de Daegu hay una estatua de ángel negro, las personas supersticiosas dicen que cobra vida en el momento en que el teatro queda vacío, se dice que la estatua representa a un bailarín del siglo XIX que se volvió loco por el ballet quedando con una maldición de por vida.
Yoongi, que es uno de los pianistas más famosos de esa pequeña localidad por azares del destino, una noche al quedarse encerrado por tocar hasta tarde se da cuenta que no todo en ese teatro es de piedra precisamente, más en específico esa estatua de ángel negro que a sus pies tiene una placa reluciente en la que se lee "Park Jimin".