Creíste nunca volver a saber de mi ¿cierto? Tranquilo, no revises muchas veces la dirección de correo electrónico por donde te está llegando este mensaje. Y tampoco lo elimines, no lo archives, porque este mismo mensaje te llegara en muchísimas ocasiones. No trates de engañarme tampoco, soy más audaz de lo que piensas. Tú me asesinaste, y es momento de que pagues las consecuencias. Quiero que en tu cabeza estén todas esas veces que te rogué que no me dispararas con esa pistola, pero a ti no te importo, jalaste ese gatillo y acabaste con mi vida. Acabaste con mis sueños. ¿Cuál va a ser ahora la última pieza en el ajedrez que vas a mover? ¿Quién va a seguir en tu lista? Yo sé cómo borraste tus huellas en esa pistola. Yo sé cómo lloraste mi muerte, de la manera más hipócrita. Yo sé cómo ahora, en este momento, te está faltando la respiración. Yo sé cómo quieres cerrar el puto ordenador y olvidar para siempre esta historia, pero, ¡Oh sorpresa!, esta historia, está a punto de comenzar. Soy Tyler Hamilton, y es hora de saber la verdad.