William piensa que nada más puede empeorar en su vida, pero un acechador, que lo atormenta incluso en sus sueños, le demuestra que todo puede caer aún más bajo. El hombre deberá luchar contra la desesperación y contra quién espera que él decida acabar de una vez por todas con este sufrimiento. "¿Y tú piensas que tienes mala suerte?"