Sucia, esa palabra me definía sin duda alguna. Las heridas de "guerra" se encuentran en mi piel como un recordatorio de todo lo malo que soy y nunca dejaré de ser. Lo sé, conozco perfectamente el hecho de que nada me cambiará. Soy un desastre, una rastrera, un dolor, un peligro, la chica con la que ningún chico desearía toparse, nadie en realidad. No entiendo como "él" se cruzó en mi camino, estar para mí, ¿Por qué tenía que aparecer cuando más estaba hundiéndose todo? ¿Cuándo ya existía un plan?
¿Es que acaso era un castigo? Sin duda alguna debía serlo, lo sé, de nuevo.
El no debió de haber llegado para mi, tal vez más tarde, tal vez nunca. Demasiado imprevisto chico tonto, dos polos iguales chocando entre sí, provocando chispas y destrucción a su paso...
Lo único que tengo es Hambre de dolor...
Y él, él lo sabía muy bien.
Aquella noche había decidido cambiar la rutina para poder dormir, jamás imaginó que cambiaría la rutina de toda su vida.
Pero en un momento esa pequeña bola de carne había sido expulsada de su cuerpo y ahora ya no sabía qué hacer con ella.
Una historia donde Jinx es la madre biológica de Isha.
Historia publicada el: 07 / 02 / 2025