Un universo oscuro y vacío, desolado, sin nada en la proximidad o la lejanía, fue ahí donde desperté, sin saber quién soy, ni en donde me encontraba, miraba a mi alrededor y la única luz que iluminaba aquella oscuridad, era yo, un ser celestial cubierta con un manto estelar, o al menos fueron las palabras que pude leer en esta. Paseaba por aquella oscuridad incesante, pero no encontré nada, estaba sola, mi llanto no espero en salir, no podía cesarlo, notaba como mis lagrimas se perdía en el incesante universo, volví a levantar mi mirada pues podía sentir como una luz emanaba de lo que antes había sido obscuridad, pude notar unas esferas que irradiaban luz, eran... estrellas, mis lagrimas, se habían convertido en estrellas, yo las había creado.