Sakura dejo la bolsa con la cual se preparaba el amargó café que tomaba Naruto todas las mañanas frente a la mesa de el Hokague; en pocas palabras su esposo. -Sakura-chan, ¿Qué es esto?- pregunta el rubio dándole algunos golpes ligeros a la bolsa mirándola con extrañes. -¿Acaso nunca tomaste café cariño?- responde esta con las manos en su cadera sonando muy incrédula ante el Uzumaki confundido. -No...- Dijo el de bigotes en un puchero, el ya era un adulto pero esas costumbres el viento no se las llevaba. -Tal vez no te guste, sabe muy amargó pero, te despierta, es bueno para tus días largos de trabajó- explica la Haruno ahora Uzumaki caminando hacia el chico y poniendo su mano en el hombro de el de hebras rubias. -Solo porque tu lo dices lo tomare amor.- Dice el rubio algo asqueado al abrir la bolsa y que el olor fuerte invadiera sus fosas nasales para después observar un color marrón para nada apetecible. Sakura soltó una risa y beso la mejilla de su esposo para abandonar la torre de el Hokague. ❝El café amargó cambia de sabor cuando estas a mi lado ❞