
Perdido y falso eran las palabras que describían mi memoria. Quejica de la monotonía y aburrida de los juegos que se suponía la vida ponía. Pero ahora, el futuro, cada siguiente día era incierto, lleno de incertidumbre. Mi vida estaba entre un cuchillo de fino metal y los pálpitos de un corazón confundido.All Rights Reserved