¿qué pasa cuando un demonio es cautivado? cuando sus deseos se ven dirigidos a alguien único, ¿que se supone que hagan? eso era lo que Häel se preguntaba día tras día desde que había visto a aquel pequeño demonio de fertilidad pasear por el jardín de la mansión de Lücifer. Häel, era uno de los servidores más leales de Lücifer y la mano derecha de Dëmián. Su creación a partir de la sangre de dos pecados capitales, lo convertían en una verdadera tentación al ojo humano, incluso, para los mismos seres espirituales. El azúl intenso de su mirada era capaz de envolver y cautivar a cualquiera y Mark, estando casado con alguien más, no fué la excepción. "- me encanta lo prohibido - susurró el mayor de ambos en el oído del contrario, provocándole escalofríos que lo recorrieron de pies a cabeza. - no sabes en lo que te estás metiendo - murmuró Mark con voz jadeante, mordiendo su labio ante las corrientes que recorrían su sistema y le ponían los vellos de punta. - voy a averiguarlo entonces - Häel sonrió de manera perversa antes de sacar su lengua y deslizarla por el cuello del chico, quién de manera automática y sin resistencia ladeó su cabeza para darle más acceso a su piel una vez más." Su ambición y su deseo por aquel joven de cabellos rubios, lo llevaron a caer en su propio juego de seducción, convirtiéndose en el delicioso pecado a escondidas de Mark. Historia de mi autoría, basada en personajes de Fakeland.Bảo Lưu Mọi Quyền