No se podía evaporar la tristeza en el aire y tampoco se podía quemar la crueldad en las palabras, la vida es el claro precio que el hombre debía pagar hasta morir y sus pecados miserables debían ser llevados en agonía hasta el último suspiro. La crueldad era parte de esta vida. Pero eso no significa que el verde de tu mirada no me deje ver lo bello que es vivir.