La vida nunca ha sido fácil para Astrea.
Habiendo nacido como la primogénita en la Rama Principal de un Clan, cuyo poder se centra en sus ojos, siempre ha estado bajo la observación de muchas personas.
Su padre era el Líder de ese Clan, y tenía muchas expectativas en ella... hasta que Astrea fracasó. Desde entonces, su padre, siempre la trató con rudeza y desprecio, por no cumplir sus expectativas y haberlo defraudado. Los miembros de su Clan, la repudiaban por la misma razón; y fue siempre comparada con su hermana menor, que demostró tener una visión muy superior a cualquiera.
Su primo, al que amaba demasiado, y que era como un faro en su vida y su amigo más cercano, murió para protegerla cuando la guerra estalló.
Así que sí, su vida nunca había sido fácil. Pero ella, irónicamente, pensó que no podía empeorar... pero pensó antes de tiempo.
El día de su cumpleaños número dieciocho, se dio cuenta de que su vida, ciertamente, podía empeorar más.
Servidumbre o gloria para el Clan.
Eran las únicas opciones que le dieron. En realidad, no, había una más, que contaba por dos, pero era una que ella no quería contemplar.
Matrimonio... y exilio.
En un mundo donde nadie la aprecia, Astrea se encuentra en una situación desesperada y no sabe qué hacer.
Pero él aparece como un nuevo apoyo en su vida, en forma del candidato perfecto para su esposo, dándole apoyo y amistad para una nueva vida alejada de todo lo que conocía.
Pero incluso eso, lo pierde también.
Cuando Astrea cree que su vida está perdida, y literal, está al borde del abismo, aparece otra persona. Una persona que lleva años buscándola y que por fin la encontró.
Ahora, Astrea se encuentra en una situación que la llevó a darse cuenta de una cosa.
Toda su vida ha sido una farsa.
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En su vida anterior, Lu Yao solo vivió hasta los treinta y cinco años, no pudo salir debido a la presión familiar y murió solo.
Cuando vuelve a abrir los ojos, se encuentra transportado a tiempos antiguos, no sólo diez años más joven sino también con un marido de hombros anchos, cintura estrecha y abdominales marcados.
¿Podría haber tanta buena fortuna en este mundo?
Justo cuando Lu Yao está muy contento, nota que la mirada de su esposo parece particularmente fría, incluso queriendo divorciarse de él...
Zhao Beichuan perdió a sus padres y asumió la responsabilidad de cuidar a sus dos hermanos pequeños. Para mantenerlos, aceptó un matrimonio concertado por una casamentera. No necesitaba que su esposa fuera bella; todo lo que pedía era que fuera bondadosa y frugal.
El casamentero le pintó un panorama optimista, pero se dio la vuelta y le encontró un "cojín de flores", alguien que tiene buena pinta pero que no puede hacer nada más. En su primer día de matrimonio, esta persona casi se ahorca de la viga de la casa de Zhao Beichuan.
Más tarde, Zhao Beichuan se enteró de que este joven tenía un amante y no quería casarse con él, pero sin saberlo se había convertido en el encargado de separar a una pareja de amantes desafortunados.
Los matrimonios forzados no duran, por lo que Zhao Beichuan decidió dejarlo ir, pero inesperadamente, esta pequeña criatura no se iba, siempre metiendo sus manos en la cama de Zhao Beichuan por la noche, diciendo: "Esposo, déjame sentir tus abdominales..."