Llevo años esperando tu respuesta, pero me demuestras que tu moneda de cambio es la indiferencia. Muchas veces pedí tu silencio, y cuando me lo diste, comprendí de que manera me equivocaba. "Tú estabas sentado en tu sitio, al fondo, tan perfecto como siempre. Dicho sea el día en que te vi por primera vez, el día en que vi tú sonrisa, el día en que, sin darte cuenta, llegué a ser tuya, aunque tú no lo supieras".All Rights Reserved