Ella... Provoco desconcierto.
Ella... Mi delirio se volvió.
Ella... De mis fantasías se adueñó.
Pero por un mal movimiento de mi parte, ella salió de mi vida asustada y sin mirar atrás. Llevándose con ella una gran parte de mí, dejándome sumergida en una oscuridad y dolor que nunca antes había sentido. Obligándome a seguir adelante con su recuerdo, su risa, su olor, una amistad rota y el sabor de unos labios tan suaves como adictivos. Con los que subí al cielo pero al mismo tiempo a la condena de perderla para siempre... o eso creía. Hasta que el mejor negocio que pude hacer la trajo de vuelta, sin que las dos lo supiéramos volvíamos a estar frente a frente.
Ella... Ya no era una adolecente, sino toda una mujer.
Ella... Trajo de vuelta tolo lo que provocaba en mí.
Ella... En sus ojo ya no había miedo, sino deseo.
Ahora todo es diferente y no pienso dejarla ir, ese deseo es la entra para hacerla caer en mí.