Las personas llegamos a creer y a convencernos de que estamos haciendo algo con el fin de tener una beneficencia hacia nosotros mismos e incluso para todo aquel que nos rodea. Confiamos en las personas, pero al final siempre todo termina hecho añicos y en mentiras. Vivimos con la creencia de que una persona nunca sería de una forma contraria a la que uno conoce, y cuando se le retira la máscara y se le conoce como es, todo se nos viene abajo. O bueno, quizás no todo. ©Historia registrada en Safe Creative: 1805277193870